Siempre hemos escuchado eso de que hay que beber dos litros de agua diarios, ¿el porqué? Porque es importante estar hidratados, y hay que restablecer esa cantidad de agua que a lo largo del día pierde nuestro cuerpo.  Aunque de primeras pueda resultarnos extraño el término ‘balance hídrico’, o ‘equilibrio hídrico’, lo cierto es que no dista mucho de lo anterior.

El balance hídrico es el equilibrio entre todos los recursos hídricos que entran en nuestro cuerpo, en nuestro sistema, y los que salen del mismo, en un intervalo de tiempo determinado.

Tipos de balance hídrico

  • Normal: cuando el ingreso diario de líquidos es igual a los eliminados.
  • Positivo: cuando el ingreso diario de líquidos es mayor a los eliminados.
  • Negativo: cuando el ingreso diario de líquidos es menor a los eliminados.

Clasificación según el tiempo

  • Parcial: Cuando se contabilizan los ingresos y pérdidas en un intervalo de tiempo, ejemplo en 6 horas.
  • Total: Cuando se realiza en un período de 24 horas.

Pérdidas de agua diarias

A lo largo del día, una persona adulta que realice una actividad física normal y que resida en un clima templado, pierde entre 1.500 – 3.500 ml de agua.  Estas pérdidas se producen a través de 3 vías principales:

  • Orina y heces:  Obviamente, es esta la primera que se nos viene a la mente. De esta forma, perdemos entre 700 -2.300 ml de agua cada día.
  • Piel: A través de la piel perdemos diariamente un total de 400-600 ml. Perdemos agua de forma activa, cuando sudamos, y también de forma pasiva, esto es debido al desplazamiento de las capas más profundas de la piel, que están más hidratadas, hacia las capas más superficiales, que están más secas.
  • Pulmones: por extraño que parezca, al respirar perdemos prácticamente la misma cantidad de agua que perdemos a través de la piel, es decir, entre 400-600 ml diarios.

 

¿Cómo se mantiene el equilibrio hídrico?

La respuesta es sencilla, la mejor manera para mantener nuestro balance hídrico es hidratándonos. Pero iremos más allá.

Si tenemos en cuenta a una persona adulta que reside en una zona de clima templado y que lleve a cabo una actividad física diaria normal, ésta logrará aproximadamente entre 1.500 y 3.500 ml de agua cada 24 horas. Veamos a través de qué dos vías:

  • El agua metabólica: de primeras, esto podría sonarnos raro. Es el agua que nuestro cuerpo consigue de las reacciones del metabolismo en los procesos de respiración celular, y la cantidad es reseñable, puesto que suponen unos 300-400 ml de agua diarios.  Pero lógicamente, con esto no es suficiente
  • A través de la alimentación y bebiendo agua directamente: de esta forma reponemos mayoritariamente el agua que perdemos. Y aquí, el balance hídrico depende de la dieta que sigamos.

De aquí viene eso de beber como mínimo dos litros de agua cada 24 horas, puesto que únicamente con los alimentos que comemos y el agua metabólica no es suficiente para reponer las pérdidas.

¿Cuánta agua hay que beber para mantener el balance hídrico?

Lo que debemos sacar en claro de todo lo anterior es que las pérdidas tienen que ser iguales a las ganancias para que el balance sea cero. Cada persona tiene unas necesidades de agua diferentes y depende de factores como la dieta, el ejercicio o la temperatura.

Es importante recordar además que no sólo es negativo para nuestra salud la falta de agua en nuestro cuerpo. También lo es una sobrehidratación. Debemos tener cuidado, pues los desequilibrios hídricos pueden llevar a un compromiso del estado de salud de un individuo y ser especialmente riesgos en personas de edades extremas, con patologías agudas y/o crónicas agregadas como las cardíacas, renales, respiratorias o estados de inestabilidad hemodinámica.

¿Y a ti, te preocupa el balance hídrico?

No siempre resulta sencillo mantener el equilibrio, es por ello que desde Aguas de Sousas queremos compartir estos consejos básicos para hidratarnos a lo largo del día.

Y ahora contadnos vosotros, ¿cómo mantenéis el equilibrio?