Hay muchas clases de agua, pero sólo existe una que no necesita ser hervida: el agua mineral natural. Esto es así porque mantiene su pureza original desde que brota del manantial hasta que se abre la botella.
El agua mineral natural es fruto de un lento proceso natural. Comienza cuando el agua de lluvia o de nieve se va filtrando lentamente, durante años, a través las rocas de una montaña. Desde allí, emprende un largo viaje subterráneo mediante el cual, las propias rocas, los minerales y oligoelementos le aportarán su composición constante, hasta llegar al acuífero situado en la profundidad de la tierra, donde permanece almacenada, libre de todo tipo de contaminación.
La temperatura, el tiempo de permanencia en el acuífero y la profundidad del manantial completarán la personalidad inimitable de cada agua mineral natural.
Este agua pura 100% y bacteriológicamente sana, es envasada a pie de manantial siguiendo estrictos controles que permiten que mantenga intacta y constante su composición. Es tan pura y natural que no necesita ser hervida ni para preparar los biberones de los bebés.
Os dejamos un vídeo que ha realizado Aguas Minerales donde resumen en un minuto y medio nuestro post de hoy: