Ya lo habréis visto en la tele, en las vallas publicitarias, en los escaparates de las librerías, se lo habrán recordado a los peques los mayores más atrevidos: la vuelta al cole ya está aquí.
La vuelta al cole siempre suscita controversia: algunos niños se mueren por volver y otros quieren seguir pegados a la toalla y al balón de playa. Pero no queda otra, hay que ir al colegio y cumplir y estudiar y aprender y estar con los amigos y pasarlo bien. Todo vuelve a la normalidad en casa y eso los mayores –hay que reconocerlo- también lo notan.
Los chavales vuelven a la rutina después de haber pasado un verano divertido. (bueno, si no han tenido que estudiar las que le han quedado pendientes, claro). Al principio les cuesta, como a todos, pero cuando menos te lo esperas ya están habituados. Para resistir el tirón del arranque lo mejor es proporcionarle energía; por eso las meriendas del recreo son muy importantes. Una merienda bien planificada y que contenga los alimentos más sanos y más fáciles de comer porque ¡el tiempo en el recreo es sagrado! Cereales, fruta, lácteos, un bocata y un día libre para que disfruten de lo que más le gusta es lo ideal.
También es muy importante incluir en su mochila una botella de agua mineral natural. Porque para aguantar un día entero de trabajo y juego es importante estar muy bien hidratados.
Algunos consejos para la vuelta al cole
Evitar los refrescos azucarados y las infusiones para hidratar. Tienen un efecto diurético residual que no favorecen el logro de adecuados niveles de líquidos en el organismo.
No esperar a que pidan líquidos para ofrecerles beber, pues cuando ellos solicitan la ingesta de agua anuncian la presencia de sed, un síntoma que se manifiesta cuando ya hay deshidratación.
Ofrecer bebidas frescas, de entre 8 y 15 grados centígrados.
Que en el centro escolar, le faciliten siempre agua antes, durante y después de una actividad física.
Los padres deben predicar con el ejemplo y beber agua a menudo en casa y se animen a beber con más asiduidad en el cole.