Si de algo no podemos quejarnos en Galicia es de falta de agua, hay quién incluso afirma que aquí nunca deja de llover, ni siquiera en agosto. No tendremos un clima tropical, pero algo es seguro: quién cree que en Galicia no se disfruta el verano es que jamás lo ha vivido en su propia piel.
Para los escépticos, os presentamos hoy cinco piscinas naturales (hemos elegido cinco, pero sabemos que hay muchísimos más) donde disfrutar del agua cuándo la lluvia nos abandona, cinco piscinas naturales en Galicia que deberías visitar alguna vez:
Pozas de Melón.
En la provincia de Ourense, el río Cerves forma un conjunto de cascadas y pozas de agua cristalina totalmente aptas para el baño. Es un lugar precioso los 365 días del año, pero con la llegada del buen tiempo se convierten en un sitio perfecto para desconectar del mundo y refrescarse en este pequeño paraíso natural.
Pozas da Moura.
En Pontevedra se esconde una de los lugares con mejores vistas a la Ría de Vigo, una pequeña piscina natural de difícil acceso pero que, sin duda, ¡merece totalmente la pena! Aviso: lo fría que esta el agua la hace ser sólo apta para valientes.
Termas de Outariz y de Chavasqueira.
A lo largo del río Miño, en la provincia de Ourense, hay numerosas termas naturales dónde se puede disfrutar de la tranquilidad y del contacto con la naturaleza de forma totalmente gratuita. Un plan apetecible para cualquier época del año, de hecho, os recomendamos el atardecer invernal para disfrutar de un momento con tu pareja o amigos. Y no sólo eso, ¡os recomendamos ir un día de lluvia!
Cascada de Vilagocende.
Situada en Lugo, esta es una de las cascadas más grandes de Galicia. Llegarás a ella tras un agradable paseo rodeado totalmente por la naturaleza y podrás observar la fuerza con la que la cascada cae contra las pozas. Y lo más increíble de todo es comprobar que puedes disfrutar de un baño muy cerquita de dónde rompe el agua de la cascada.
Piscinas naturales de Nuveira.
Y no muy lejos de Finisterre se encuentran las piscinas naturales de Nuveira, un paisaje natural que todos deberíamos visitar alguna vez. Lo bonito del entorno lo acompaña una preciosa cascada que lo convierte en un lugar más mágico todavía. Sin olvidar que es un lugar perfecto para pegarse un baño en verano.