Sabemos lo pura que es el agua y que es la bebida más natural que existe pero ¿sabes cuáles son sus propiedades y sus diferentes componentes?

  • Bicarbonatada. Se trata del agua con una concentración de más de 600 mg/l de bicarbonato. Este tipo de agua conlleva beneficios para las personas con acidez grástica además de favorecer el tránsito intestinal.
  • Cálcica. Cuando el agua tiene una alta concentración de calcio (del orden de 150 mg por litro), supone una fuente extra para el organismo. Algunos estudios han llegado a la conclusión de que el calcio influye en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares. También es importante destacar que algunas aguas cálcicas están asociadas a valores antialérgicos, antiinflamatorios y sedantes.
  • Potable. Aquellas aguas que al no superar los límites sanitarios tolerables pueden consumirse de forma habitual. Ten en cuenta una cosa: todas las aguas minerales son potables pero no todas las aguas potables tienen que ser minerales. El agua que habitualmente sale por el grifo de nuestra cocina o baño es potable pero no aporta ningún tipo de sal mineral.
  • Mineralización débil. Esta característica viene dada por las características geológicas del terreno y el tipo de mineralización depende de las rocas que están presentes en los manantiales. El agua catalogada como de mineralización débil significa que tiene hasta 500 mg de minerales por litro. Lo que significa es que ayuda a eliminar de forma más fácil las toxinas en comparación con otro tipo de aguas. Obviamente este tipo de aguas son recomendables para bebés o personas mayores y también para personas con hipertensión arterial o problemas renales.
  • Hipo termal. Con este término se clasifica el agua según su temperatura. Las aguas subterráneas están calificadas como termales y en este sentido el agua hipo termal es aquella que presenta temperaturas comprendidas entre los 20 y 35 grados.