Hoy nos ponemos serios porque el tema que nos ocupa no es ninguna broma: cada día mueren alrededor de cuatro mil niños a raíz de enfermedades provocadas por la falta de agua potable. Parte de la solución a este problema tan grave está en nuestras manos. Si queremos, podemos ahorrar agua.
Ahorrar agua en casa no es sólo importante para nuestro bolsillo, sino para un consumo más sostenible de los recursos del planeta. Para que seamos más conscientes de la importancia de tener acceso a un servicio tan básico como es el agua potable, no está de más saber que 783 millones de personas aún no tienen acceso a ella, ¡unas 12 veces la población de España!
Cuidar el planeta es importante y nosotros queremos poner nuestro granito de arena. Hemos encontrado en la página «Sostenibilidad para todos«, de Acciona, algunos consejos para ahorrar agua en casa.
Consejos para ahorrar agua en casa
– Cierra los grifos siempre que no los uses, aunque te parezca poco tiempo: mientras te enjabonas el pelo, te cepillas los dientes, fregando utensilios de cocina, mientras te afeitas…
– Dúchate en lugar de bañarte, una ducha gasta un 50% menos. Una ducha de 5 min, ahorra unos 3500 litros al mes.
– Recoge el agua de cuando esperas a que se caliente, y reutilízala (regar, fregar el suelo… ).
– Coloca 2 botellas llenas dentro de la cisterna y ahorrarás de 2 a 4 litros cada vez que la uses y ¡no emplees el inodoro como papelera!
–Utiliza de forma eficiente los electrodomésticos: pon la lavadora, el lavavajillas y similares siempre cuando estén totalmente llenos. Si no, usa media carga o ciclos cortos. ¡Mejor lavavajillas que lavar a mano! Poner la lavadora cuando esté llena te puede hacer ahorrar de 2500 a 2800 litros cada mes.
– Si tienes jardín, mejor plantas autóctonas, así no te excederás en el uso de agua para regar. Aprovecha también a recoger el agua de lluvia. Riega tus plantas al amanecer o al anochecer porque así evitarás que el agua se evapore antes de ser absorbida. No limpies el suelo con manguera, usa una escoba.
–Arregla enseguida cualquier fuga de agua: un grifo goteando puede suponer hasta 40 litros de agua al día.