Todos sabemos que es importante educar a los más pequeños en el hábito de beber agua a diario. Nos gusta que quemen energía, que juegen y se diviertan, eso significa que son felices, pero también tenemos que cuidar su organismo. El agua mineral, entre otras cosas, es perfecta para que todo esté a punto.

¿Por qué el agua es recomendable para la infancia?

El Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría recuerda que “el agua y la leche deben seguir siendo las bebidas fundamentales del niño y el adolescente”. Ya sabemos que los refrescos, aunque les gustan mucho, lo único que provocan es un exceso de azúcar y, por consiguiente, el temido sobrepeso. El sobrepeso es para ellos es frustrante, les coarta la movilidad.

Dicen que la mejor edad para que el peque empiece a beber agua es a partir de los 6 meses. Es aquí cuando empieza a gatear, a sentarse, a agacharse, es decir, su cuerpo pierde más agua, aunque tú no lo notes.

Hay un informe científico realizado por el Institudo de Investigación Agua y Salud (IIAS). Es un informe titulado “El agua mineral natural: bebida recomendable para la infancia” y revisa y actualiza las necesidades de agua en la infancia, las características del agua mineral natural y las ventajas de su consumo en las comidas del niño y fuera de ellas, establece como principales conclusiones que:

-El niño debe beber una cantidad adecuada de agua diariamente, que oscila entre 0,6 litros en el primer año de vida y los 1,8-2,6 litros en la adolescencia.

-El agua mineral natural es la bebida no nutritiva que debe acompañar al niño tanto en las comidas como fuera de ellas como una estrategia de hábito de vida saludable que previene el sobrepeso.

-El agua mineral natural tiene una composición química estable y conocida que permite al pediatra indicar un tipo de agua u otra en función de su composición.

-El agua mineral natural NO necesita ser hervida para preparar los alimentos infantiles en el primer año de vida, ya que, por definición, es pura en origen, tanto bajo el punto de vista químico como microbiológico. Esta pureza original se mantiene una vez envasada hasta el consumidor final.

Como decíamos al principio del artículo, lo importante es crearle a los más pequeños el hábito de beber agua mineral natural habitualmente. Ya sabéis, está en vuestra mano. Como todo.